La terapia cognitivo conductual es la única avalada experimentalmente y una de las que mayor eficacia tiene.
La intervención se centra en la modificación de conductas disfuncionales, pensamientos negativos o distorsionados asociados a situaciones específicas y actitudes no adaptativas.
Es una terapia activa, estructurada y breve.
Se orienta al aprendizaje de nuevas habilidades para enfrentarse a las situaciones en las que se presentan dificultades.