“En la medida en que tu cambies, cambiara también tu entorno”
Las experiencias problemáticas o dolorosos por las que atravesamos a lo largo de nuestra vida, nos ocasionan problemas emocionales.
Podemos no ser conscientes de nuestras emociones, por lo que ser consciente de lo que sentimos y de cómo nos afecta, y que está fallando es el primero paso para poder afrontar las situaciones difíciles.
La existencia de déficit en habilidades de regulación emocional tiene un efecto perjudicial en el ajuste emocional de las personas, provocando alteraciones en nuestro comportamiento y está presente en un amplio abanico de trastornos como la depresión y ansiedad, el trastorno de la conducta alimentaria, el trastorno límite de la personalidad, etc.
La autorregulación es una habilidad que puede desarrollar la persona para controlar su comportamiento y conseguir un mayor bienestar personal.
Aprender a normalizar estas emociones, con diferentes estrategias.
- Darnos cuenta y reconocer nuestras emociones
- Aceptar nuestras emociones
- Ver que pensamos y como interpretamos la situación
- Decidir qué vamos a hacer
- Expresarlo del modo adecuado
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