Según los Criterios diagnósticos DSM-IV un atracón se caracteriza por:
a. Comer durante un período de tiempo (por ejemplo durante dos horas) una cantidad de comida que es superior a la que la mayoría de gente comería durante un período similar y en circunstancias parecidas.
b. Sentimiento de falta de control sobre la ingesta durante el episodio del atracón.
“líbrame, oh Señor, de los celos; es el monstruo de ojo verde que se burla de la carne que la alimenta” (Otelo)
“Me encontré escondida siguiendo con la vista cada uno de los movimientos que se traslucían a través de la ventana. Sabía que mi novio estaba allí y esa certeza me provocaba un dolor insoportable. Era una noche oscura y hacia frío. Pero no podía alejarme de allí, estaba hipnotizada, con la vista fija en la ventana. Nunca en mi vida me sentí tan cerca de la locura”
“El celoso no lo es por un motivo: lo es porque lo es. Son los celos un monstruo engendrado y nacido de sí mismo».
Los niños suelen ser muy cooperativos y suelen estar muy dispuestos a entrar en hipnosis. Al tener menos desarrollada la facultad critica están mas dispuestos a aceptar las sugestiones del terapeuta.
La facilidad de inducción de la hipnosis en niños se relaciona posiblemente con ciertos aspectos del desarrollo cognitivo y emocional descritos por Garder (1974):
-Capacidad para enfocar la atención, inmersión y absorción en el presente
-Pensamiento concreto y literal
-Gusto por lo mágico
-Prontitud para alternar entre la realidad y la fantasía
-Intensidad de estados emocionales
-Apertura a nuevas ideas y experiencias.
Existen muchos modos de captar la atención de un niño, y el método seleccionado depende de la edad y los intereses del niño, así como la naturaleza del problema. Para los niños de corta edad pueden describirse como la participación en un juego. Para los niños de más edad, se utiliza su imaginación y fantasía para resolver problemas. Los relatos de historias son muy favorable para el trabajo de muchos problemas infantiles.
Las dificultades de sueño, los miedos y fobias, la ejecución académica, los problemas dermatológico, los problemas de alimentación o la enuresis etc pueden ser tratados con Hipnosis
«Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma» Jorge Luis Borges
Cuando un hijo es amado, aprende a amar
Cuando un hijo es criticado, aprende a criticar
Cuando un hijo es acogido, aprende a acoger
Cuando un hijo es aceptado, aprende a aceptar
Cuando un hijo es escuchado, aprende a escuchar
Cuando un hijo es golpeado, aprende a golpear
Cuando un hijo es respetado, aprende a respetar
Los estilos educativos o pautas de crianza tienen importantes consecuencias sobre el desarrollo psicosocial de los hijos.
Los problemas de comportamiento en la adolescencia y en la juventud se han incrementado notablemente en estos últimos años, provocando una gran preocupación social. El origen de esos graves desajustes puede encontrarse muchas veces en un desarrollo psicosocial deficiente, producto de unas pautas educativas desajustada y una mayor disponibilidad y accesibilidad a modelos inadecuados.
los niños pueden mostrar comportamientos violentos desde la edad pre-escolar. Antes estas conductas los padres y otros adultos pueden preocuparse por el niño y ejercer medidas de control con el fin de reducir su frecuencia pero también es posible que los padres esperen a que este tipo de comportamientos vayan desapareciendo al crecer o que consideren que no es el momento dada la edad o las condiciones que rodean al niño.
La falta de intervención es siempre un error que puede llevar al mantenimiento y al incremento de estos comportamientos agresivos, que lleva a un grave problema con consecuencias académicas, familiares, sociales y emocionales. El desarrollo normal del niño requiere la puesta en marcha de técnicas y estrategias encaminadas a la eliminación o control de las conductas no adaptativas.
«Para hacer hombres buenos es preciso hacer niños felices y un niño o adolescente que tiene dificultades escolares no puede ser muy feliz» Oscar Wild
El fracaso escolar se ha convertido en unos de los problemas más preocupantes para la sociedad en la actualidad.
Las consecuencias del fracaso escolar sobrepasan el ámbito académico y sus repercusiones no son sólo individuales sino también sociales, y actualmente se ven agravadas debido a los cambios sociales, económicos y culturales.
Los jóvenes que abandonan prematuramente el sistema educativo o quienes no alcanza una titulación básica, tiene más dificultades que antes para encontrar trabajo.
El fracaso escolar puede convertirse en un riesgo de exclusión y marginación social.
